Explorando la historia y belleza de los Jardines Botánicos Nacionales

Formando parte de la extensa historia de Irlanda, los Jardines Botánicos Nacionales dan una formal bienvenida a los visitantes que a diario recorren las exquisitas áreas verdes, estanques e invernaderos, con la intención de descubrir la rica variedad de flora que alberga este primoroso parque.

Escrito por Claudia Améndola.

Remontándonos a la historia, en 1790, el Parlamento Irlandés, con el apoyo del portavoz de la Cámara, John Foster, concedió a la actual Royal Dublin Society fondos para establecer un jardín botánico público, con el propósito de promover un enfoque científico de la agricultura. Inicialmente, en este espacio se cultivaban plantas para consumo humano y animal, plantas medicinales o para el teñido de telas. También albergaba otras especies de interés botánico o de alto valor estético. (National Botanic Gardens, 2024)

Para la década de 1830, el propósito original de los Jardines había sido relegado, y el interés ahora se centraba en la búsqueda de conocimiento en botánica. Esto se debió a la creciente integración de plantas provenientes de otras partes del mundo y al acercamiento a los grandes jardines del Reino Unido, en específico, los Jardines Botánicos de Kew y de Edimburgo. (National Botanic Gardens, 2024)

Para el año 1838, la estructura básica de los jardines ya había sido establecida. El curador Ninian Niven, horticultor y paisajista escocés, diseñó un sistema de caminos y senderos, e implementó varios de los elementos que hoy en día perduran en sus espacios. (National Botanic Gardens, 2024).

Actualmente, los Jardines Botánicos Nacionales son un espacio abierto al público que invita a conocer las más de 15 mil especies de plantas2 que albergan en sus majestuosos invernaderos y áreas verdes. En ellos se pueden encontrar especies provenientes de diversas partes del mundo, desde Norteamérica hasta Sudáfrica. 

El terreno es extenso y el recorrido por sus caminos puede ser variado. Los grandes invernaderos son imperdibles, pues transportan al visitante a climas tropicales o áridos, dependiendo del sector que se visite. Este recorrido también invade los sentidos al ofrecer fragancias exquisitas provenientes de exóticos especímenes e inyecta en las pupilas colores extravagantes, resultado de la gran cantidad de flores que albergan estos espacios. 

Plantas cuyos frutos nos acompañan en nuestro día a día, como el café o el algodón, también habitan estos invernaderos, junto con especímenes extravagantes o de tamaños sorprendentes. Si bien una simple visita a este lugar, que combina la belleza natural con la ciencia, es ciertamente placentera, los jardines botánicos también ofrecen actividades, charlas y exhibiciones a lo largo del año, que podrían ser de gran interés para los amantes de la naturaleza. En la página web se puede encontrar el calendario de eventos.

Visitas guiadas, actividades para niños, un café y baños públicos proveen al visitante de lo necesario para pasar un gran día expandiendo el conocimiento en botánica y para disfrutar de estas extensas áreas verdes, que a través de la historia han sido labradas para compartir con el público la pasión por la naturaleza que ciertamente es parte de nuestra vida y que en ocasiones puede darse por sentada.

Referencia:

  1. Botanicgardens.ie, (2024), History, The Story of the Gardens since 1790. Available at: https://www.botanicgardens.ie/glasnevin/history/ [Accessed on: 21st, July, 2024]

  2. Botanicgardens.ie, (2024), Our Plants. Highlights of our Living Collections. Available at: https://www.botanicgardens.ie/glasnevin/our-plants/, [Accessed on: 21st, July, 2024]

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