Un futbolista irlandés descubre que tiene autismo gracias a su hija

James McClean lanzó un mensaje a través de sus redes sociales en el que comunicaba que padece autismo. El futbolista descubrió que padecía el trastorno a través de verse reflejado en algunos comportamientos con su hija de 5 años, la cual padece fue diagnosticada unos años antes. // FOTO: Twitter FAI

El futbolista irlandés de 33 años James McClean, anunció esta semana a través de sus redes sociales que padecía autismo. Aunque el trastorno suele  identificarse durante la niñez, el jugador del Wigan Athletic de la Championship -segunda división inglesa- ha explicado cómo se ha desarrollado el proceso por el que ha descubierto una nueva vida a una edad tan tardía. Después de un debate interno sobre si hacer o no hacer pública la noticia, el jugador natural de Derry, ciudad localizada en el norte de Irlanda, relató que descubrió esta particularidad gracias a su hija Willow-Ivy, la cual fue diagnosticada a la edad de cuatro años. 

A pesar de no estar al tanto de sus propios síntomas de autismo, sin que él lo supiera, ha sido algo con lo que ha vivido toda su vida. Con 98 apariciones internacionales con la selección de Irlanda, de la cuál se identifica a pesar de haber nacido en un territorio geográficamente perteneciente a Irlanda del Norte como es la localidad de Derry (o Londonderry como es reconocida por el territorio británico), McClean ha sido objeto de crítica en varios campos ingleses en los que ha competido por su actitud republicana. Durante su larga trayectoria en Inglaterra ha portado la camiseta de clubes como Sunderland, Stoke City o West Bromwich Albion.

Durante esta última etapa mencionada, en 2015 se convertiría en noticia en todo el mundo por rebelarse contra el himno inglés en un partido de pretemporada en EEUU. El jugador no se giró en dirección a la bandera de Inglaterra mientras sonaba el ‘God Save The Queen’ antes del partido. Además en 2012, en un encuentro con el Sunderland, rechazó llevar la habitual amapola conmemorativa a los soldados ingleses caídos en guerras, pues para el jugador era “una falta de respeto hacia las personas inocentes que perdieron sus vidas durante The Troubles o en el Domingo Sangriento”. Ambos, episodios de vital importancia para la historia de la República de Irlanda.

Natural de Derry, en zona norirlandesa, James posee una dilatada experiencia en el Reino Unido. En equipos como West Bromwich, Stoke City, Sunderland o Wigan Athletic, su actual equipo en Championship. // Foto Twitter Wigan Athletic 

Su habitual apoyo y carácter republicano ha servido de argumento recurrente para que cientos de aficionados británicos le tilden como afín al extinto Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés). Ahora, sin embargo, ha sido noticia por algo muy alejado de su pensamiento y condición política. Su emotiva publicación, cargada de afecto hacia la menor y en la que utiliza su condición de futbolista internacional para concienciar en la Semana Mundial de la Aceptación del Autismo ha provocado una efusión de elogios. 

Desde un primer momento estuvo ayudando a su hija a comprender su trastorno. Ha sido una educación diaria para su familia y para él, como relata. A medida que tanto James como Erin, su esposa, lograron una mejor comprensión del trastorno del neurodesarrollo a través de los desafíos diarios de su hija Willow, comenzaron a reconocer que James tenía rasgos y desencadenantes similares que a menudo puede exacerbar en autismo. Junto a su pareja entendió que quizá lo mejor era someterse a una evaluación del trastorno del espectro autista (TAS) para confirmar sus sospechas. “Simplemente sentí, con la forma en que Willow es, que era importante compartirlo y, como tengo un poco de perfil, podría crear cierta conciencia para las personas que eran como yo, completamente ajenas a lo que es el autismo”, explicó. 

Ahora, intenta seguir conociendo más datos sobre esta enfermedad con el aliciente de además de ayudarse a sí mismo, de facilitar la vida de la pequeña McClean y educarla en el conocimiento de su trastorno creando un vínculo paterno-filial autista más profundo. El objetivo de la publicación, además de tratarse de un mensaje importante e inspirador dirigido a su pequeña hija, es según el propio futbolista una manera de reconocer que el autismo no tiene por qué detenerte en la vida, y no es “nada de lo que avergonzarse”.

“¡No hay nada de lo que avergonzarse! Ahora tengo mi diagnóstico oficial, estoy orgulloso de ello porque soy la persona que soy y me ha servido bien. Así que estoy orgulloso de ello”

Su hija menor Willow-Ivy ha ayudado a la familia McClean a tener una visión de la realidad muy diferente al resto. Siguen aprendiendo día a día del trastorno. // Foto: Twitter FAI

Dada la historia de abuso masificado que ha tenido que soportar la familia a lo largo de los años, principalmente en las redes sociales, es comprensible que inicialmente fuera reacio a hacer público los resultados si quiera de su diagnóstico. Para ser honesto reconoce que lo ha hecho para obtener una mejor comprensión de su pequeña, de sí mismo y de cómo podría reaccionar en ciertas situaciones. "Obviamente has nacido con autismo, así que lo he tenido toda mi vida. Esto no es algo que se acaba de desarrollar. Todavía estoy aprendiendo yo mismo. Acabo de descubrir que estoy en el espectro. Hay personas que están en el espectro que lo tienen mucho peor que nosotros.”

Públicamente, además ha reconocido que esta decisión les ha abierto los ojos a toda su familia para mejor. “Nos ha dado una perspectiva completamente nueva de la vida”. También fue preguntado por un medio cercano a su entorno por los rasgos específicos en los que tanto él como su mujer observaron similitudes. A lo que respondió: “ no me malinterpretes, no soy tan severo en ciertos aspectos como lo es Willow. Son sólo rasgos que Erin aprendió y me reconoció a mí mismo.

Sin duda, el mensaje de James McClean desde la perspectiva de una persona honesta en todo momento con el asunto, es una oportunidad para aquellos que comparten el trastorno y que pueden pasar por momentos difíciles no les afecté para perseguir y lograr sus sueños sin necesidad de avergonzarse.

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