Irlanda en el limbo tras perder contra Grecia
La derrota ante la selección griega deja casi muertas las opciones de clasificación para la próxima Euro. No funcionó la estrategia del seleccionador irlandés, siguiendo la tónica de los últimos choques. El lunes Gibraltar visita el AVIVA Stadium.
Alerta roja para la selección de Stephen Kenny. A pesar de tratarse de tan solo el segundo partido de la fase de clasificación para la próxima Eurocopa de 2024 en Alemania, la situación está muy complicada dentro del grupo B para los irlandeses. Todavía sin sumar en una tabla que comparten con Francia y Países Bajos como principales candidatos a lograr los dos puestos de clasificación directa. La pelea queda entonces reducida a Grecia e Irlanda para disputar el objetivo de pasar como uno de los tres mejores tercer clasificados. Pero este primer set-point, se quedó la noche del viernes en Atenas. En la capital griega, y claro no era el resultado esperado y que tanto ansia una nación que no disputa un gran torneo desde el verano de 2016.
Bajo el cielo ya veraniego de la capital griega y entre miles de asientos amarillos vacíos en el estadio Opap, lo que ilustra la actual indiferencia griega hacia un equipo nacional que los ha decepcionado al no calificar para nada en casi una década. Irlanda tampoco ilusionaba como rival. Estos fans griegos son difíciles de complacer, para la prensa incluso tenía más valor el duelo ante Francia los próximos días que el inminente choque ante ‘The Boys in Green’.
Una selección de equipo que no funcionó y tuvo que ser cambiada en el medio tiempo. Pero ya había llegado la primera penalización, una mano a la altura de la cabeza dentro del área por Callum O’Dowda. El defensor fue cazado por el VAR, y Gavin Bazunu (21 años) capaz de soportar una difícil primera temporada en la Premier League con el descendido Southampton, no logró salvar a la selección del castigo fatídico. La penalización fue la culminación de un comienzo generalmente horrible para Irlanda, pero de una manera imprevista les ayudó a estabilizarse. Tras el gol, los gaélicos lograron recuperar la compostura nivelando el marcador tras un saque de esquina en el minuto 28. Nathan Collins remachó al segundo palo un balón envenenado tras un toque previo de Evan Ferguson. Quizá lo único en lo que apareció el nuevo número 7 irlandés y estrella emergente del Brighton en la Premier League. Naufragó en la periferia del ataque, incapaz de sentirse involucrado en el juego del equipo. Era la gran esperanza, pero a veces las cosas no salen como esperabas.
Ni los jugadores ni el entrenador emergen con ningún crédito de esta jornada. Pero espera, que faltaba el detonante, porque tal como se dio el partido, un empate quizá no era tan malo. La losa se despedazó en la cabeza de los visitantes a la vuelta del entretiempo. El delantero del Olympiacos, Georgios Masouras, dejó pálidos a Stephen Kenny y sus chicos. Las ambiciones de Irlanda en este grupo cayeron en ese instante. Otra campaña de clasificación muerta a su llegada; otro paquete de sueños prospectivos y esperanzadores apagados antes de que puedan sentirlos con firmeza.
Un inicio complicado ante Francia, en el que sin embargo sólo perdieron por 1-0. Pero no de aplausos se clasifica para un gran torneo. Se esperaba evitar la derrota, pero su motivación y preparación previa fue completamente abrumada por los helenos. Irlanda fue a Turquía para 10 días de entrenamiento en clima cálido para aclimatarse al calor y, sin embargo, no mostró ni un resquicio de esa adaptación en una climatología muy diferente en el encuentro.
Grecia volvió a aflojar cuando tuvieron la ventaja. Esta vez, Irlanda no creó mucho de inmediato. La próxima prueba será para medirse ante Gibraltar, colista del grupo con 9 goles en contra y ninguno a favor en las dos primeras jornadas. No lograr los 3 puntos significaría enterrar por completo las opciones de pelear por el tercer puesto. Sin olvidar que en el próximo parón, serán Francia -nuevamente- y Países Bajos los rivales.
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