Tras años de descenso, volvió a crecer el consumo de nicotina

Los índices de tabaquismo aumentaron el año pasado tras un largo descenso, en lo que puede ser un impacto a corto plazo de la pandemia de COVID19, según nuevos datos.

La inversión de las tendencias a largo plazo en el consumo de tabaco parece estar impulsada por un aumento del tabaquismo entre las personas de mediana edad, en particular los hombres, así como una mayor popularidad entre los adolescentes.

En general, la proporción de personas que fuman descendió del 23% en 2015 al 18% el año pasado. Sin embargo, la prevalencia del tabaquismo aumentó del 17% en 2019 al 18% en 2021.

Los investigadores dicen que esto puede deberse a la pandemia o puede estar relacionado con la forma en que se recogieron los datos debido al COVID19, con encuestas realizadas por teléfono en lugar de cara a cara.

La diferencia en las tasas de tabaquismo entre los grupos socioeconómicos se ha ampliado. En 2015 había una diferencia de dos veces entre los grupos socioeconómicos más altos y más bajos, pero el año pasado la diferencia se había triplicado: el 11% frente al 31%.

Los habitantes de las zonas más desfavorecidas viven cuatro o cinco años menos que los de las zonas más acomodadas, y se considera que el tabaquismo es responsable de la mitad de esta diferencia.

El consumo de tabaco de liar ha aumentado considerablemente en la última década, según el informe State of Tobacco Control 2022, que forma parte del programa Tobacco Free Ireland del Servicio de Salud. En él se constata que el uso del cigarrillo electrónico está aumentando entre los jóvenes: el 4% de entre 15 y 24 años lo utilizaron el año pasado.

Los especialistas en salud pública de la HSE quieren redoblar los avances logrados pasando del "control del tabaco" al "fin del tabaco", y afirman que la ciudadanía apoya ampliamente este cambio de política. Cuatro de cada cinco personas apoyan la eliminación de la venta de productos del tabaco, y siete de cada diez creen que la edad mínima para la venta legal de tabaco debería elevarse a 21 años, según una encuesta realizada para el programa Tobacco Free Ireland.

También hay un amplio apoyo a la reducción del contenido de nicotina en los cigarrillos y los cigarrillos electrónicos para hacerlos menos adictivos, y a que las empresas tabaqueras paguen al Estado los costes sanitarios causados por sus productos.

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