El presidente de Irlanda: 11 años de indiscreciones

Michael D. Higgins (Foto Wikipedia)

Michael D. Higgins llegó a la presidencia de Irlanda hace once años. Aunque el cargo se considera esencialmente ceremonial, no han sido pocas las veces que las indiscreciones de Higgins le han metido en problemas.

Percibido como un hombre familiar y tranquilo, con imagen de abuelo bonachón, Higgins no ha tenido reparos en expresar sus propios puntos de vista en declaraciones públicas, algo que muchos en el estamento político irlandés consideran inapropiado de parte de una figura que debería ser institucional y representativa de todos los irlandeses.

Los exabruptos de Higgins incluyen elogios a Fidel Castro, a quien calificó como “un gigante entre los líderes del mundo que luchó por la libertad de los excluidos y oprimidos de todo el planeta”, obviando mencionar que su gobierno encarceló, ejecutó y persiguió a sus adversarios políticos y envió a cientos de miles de personas al exilio.

Tampoco cayó bien en un país que aún se considera mayoritariamente católico que no mencionara en 2014 a Cristo ni la Navidad durante el mensaje, precisamente, de Navidad. Tampoco ayudó a acallar la polémica el hecho de que ante la pregunta de si es ateo, Higgins contestara que se autodefine como “espiritual”.

Hace unos meses, Higgins se refirió a la crisis de vivienda en Irlanda como “un gran fracaso” y “un desastre”, lo cual fue interpretado por muchos integrantes del gobierno de coalición como totalmente inapropiado y una intromisión en asuntos políticos, de los que los presidente suelen mantenerse alejados.

La última polémica de Higgins tiene que ver con una carta que mandó su esposa a la sección editorial de un diario local abogando por una solución negociada en el conflicto Rusia-Ucrania. La solicitud fue interpretada por varias personas en el espectro político como un intento de igualar responsabilidades entre las dos naciones, en vez de seguir la línea oficial del gobierno irlandés, que considera a Rusia una potencia agresora. 

Eso habría quedado allí, de no ser porque la carta fue también publicada en la página web oficial de la presidencia, y de que una aclaratoria por parte de Higgins fuera solo un tibio comunicado y no una declaración en persona del presidente.

Algunos analistas en Irlanda consideran que a medida que se acerca el final de su mandato, Higgins se está dando permiso para decir más libremente las cosas que realmente piensa, aunque eso signifique que , de vez en cuando, sus salidas de tono lo metan en problemas.

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