Cerca de mil familias refugiadas de Ucrania se quedarán sin alojamiento en unas semanas
Alrededor de 3.400 personas refugiadas de Ucrania no tendrán dónde vivir en poco más de seis semanas cuando los contratos del gobierno con los hoteles lleguen a su fin, según han advertido los ministros.
La verdadera magnitud de la crisis humanitaria ha quedado al descubierto para los ministros, que han sido informados de que el Estado se está quedando sin alojamiento para las personas que huyen de una Ucrania devastada por la guerra.
Los detalles de las advertencias llegan en el momento en que un comité del Consejo de Ministros sobre Ucrania se reúne hoy para debatir el empeoramiento de la situación del alojamiento de los refugiados, que se espera que llegue a un punto de crisis en los próximos meses.
Se informará a los ministros de que hasta la fecha se ha proporcionado alojamiento a más de 21.000 refugiados, pero hay más de 1.000 ucranianos en alojamientos de emergencia.
La búsqueda de vivienda se agravará con el inicio de la temporada turística y el regreso de los estudiantes a las aulas a finales de año.
Los modelos realizados para el gobierno por la consultora Ernst & Young sugieren que unos 3.400 ucranianos podrían quedarse sin alojamiento para el 28 de julio, fecha en que expiran los contratos con los hoteles. Las cifras se basan en la llegada de 250 personas al día desde Ucrania.
El modelo también sugiere que, incluso si llegan 150 personas al día, podría haber entre 5.700 y 6.900 ucranianos sin un lugar donde vivir a finales de agosto.
El Estado tiene actualmente más de 300 contratos con hoteles, casas de huéspedes, instituciones religiosas, centros educativos, estadios, albergues juveniles y centros de San Vicente de Paúl para proporcionar alojamiento.
También se teme que alrededor de 4.500 camas de alojamiento para estudiantes que se utilizan para alojar a los refugiados tengan que ser desalojadas a mediados de agosto.
Los ministros también han sido informados de que los esfuerzos de la Cruz Roja irlandesa para poner en contacto a los refugiados con personas que ofrecen alojamiento privado han sido "insatisfactorios". El Departamento de la Infancia se ha visto obligado a intervenir para "obtener los escasos progresos realizados hasta la fecha".
El Gobierno pretende disponer de unas 6.000 promesas de alojamiento privado para finales del verano, pero en ello intervendrán la Cruz Roja irlandesa, varios departamentos, organismos estatales y autoridades locales.
Alrededor de 25.000 personas prometieron viviendas compartidas o vacías cuando Rusia invadió Ucrania. Sin embargo, 10.000 de estas personas no pudieron ser contactadas o duplicaron sus promesas, mientras que 5.600 retiraron su oferta. Hubo 2.800 ofertas de propiedades vacías y 900 han sido inspeccionadas.
El Departamento de Vivienda está desarrollando un proyecto piloto para proporcionar 500 casas modulares que se utilizarán para alojar a los refugiados.
Sin embargo, los ministros han sido advertidos de que el proyecto costará más de 100 millones de euros y de que es necesaria una estrategia a largo plazo para que las viviendas puedan seguir siendo ocupadas una vez que la guerra en Ucrania haya terminado.
La Oficina de Obras Públicas está estudiando los mejores emplazamientos para los alojamientos modulares en función de su ubicación con respecto a servicios como escuelas, asistencia sanitaria y transporte público.
El comité del Gabinete también debatirá cómo, por término medio, 100 ucranianos se trasladan diariamente entre varios lugares de alojamiento debido a la actual dependencia de las viviendas de corta duración.
Se les explicará que esto puede repercutir en los esfuerzos por integrar a los refugiados en sus comunidades, especialmente en lo que respecta a la búsqueda de empleo o de escuelas para los niños.