Hogares irlandeses viven la mayor caída de su calidad de vida desde 2008
Los hogares irlandeses se enfrentan a la mayor caída del nivel de vida desde la crisis financiera de 2008, ya que los ingresos del trabajo no consiguen seguir el ritmo de la creciente inflación, según ha advertido el Instituto de Investigación Económica y Social (ESRI). El instituto también prevé una posible ralentización del crecimiento de los precios de la vivienda debido a la subida de los tipos de interés.
En su último Comentario Económico de Verano, el ESRI afirma que la economía irlandesa sigue teniendo un buen comportamiento y que crecerá a un ritmo del 6,8% en términos de producto interior bruto (PIB) este año y del 4,8% en 2023 gracias a las fuertes exportaciones del sector multinacional.
Sin embargo, dijo que el persistente aumento de la inflación y la incertidumbre debida a la guerra en Ucrania se resentirían en los resultados de la economía nacional.
Con una inflación media superior al 7% este año y un crecimiento de los ingresos de sólo el 3,5%, los ingresos reales se contraerán hasta un 4%, según el ESRI, lo que representa la mayor caída del nivel de vida desde el periodo 2008-2009, cuando la economía implosionó ante la crisis crediticia mundial.
El aumento previsto de los tipos de interés -el Banco Central Europeo ha señalado una secuencia de subidas de tipos a partir del próximo mes- también podría frenar el sentimiento de inversión, el gasto de los consumidores y el crecimiento de los precios inmobiliarios, dijo.
Aunque el ESRI espera que el crecimiento de la población y las limitaciones de la oferta sigan apoyando los precios de la vivienda a corto plazo, considera que, en ausencia de estos factores, una subida de medio punto en los tipos de interés provocaría un descenso del 2% en los valores, con un impacto mayor si la gente cree que se avecinan nuevas subidas de tipos.
Hasta ahora, el gasto de los consumidores, el mayor componente de la demanda interna, se ha mantenido firme frente a la actual contracción del coste de la vida. Sin embargo, a medida que aumenten las facturas de los hogares y se agoten los ahorros pandémicos, esto podría cambiar rápidamente, advirtió el ESRI.